El Parque de los sentidos de Marín se sitúa prácticamente en pleno centro, y también es conocida como la granja de Briz. Es un rincón ideal para desconectar por completo mientras los niños se lo pasan genial.
La finca, que cuenta con una superficie total de 23.690 metros cuadrados, está pensada especialmente para la diversión de los más pequeños.
No os váis a encontrar solamente con un simple parque. La finca goza de unas estupendas actividades sensoriales como instrumentos musicales, maquinaria para recogida de agua, efectos ópticos, etc.
Está decorada con una gran cantidad de figuras talladas en piedra y madera.
En la parte superior, está la gran atracción. Un parque de madera con un montón de escalinatas, pasarelas, torretas, toboganes y uno de ellos con una gran inclinación y recorrido.
También hay un pequeño «rocódromo» con muy baja inclinación, así que los papis podéis estar tranquilos mientras los niños juegan.
Un poquito de historia.
La granja pertenecía a los monjes de Oseira y en el siglo XIX, tras la desamortización, fue adquirida por Roberto Munaiz, pasando a ser propiedad privada. La familia Munaiz decide construir una vivienda en la finca a la que bautizaría como «Villa Paula» en honor a su mujer y a su nieta.
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