La grafomotricidad es un término referido al movimiento gráfico realizado con la mano al escribir (“grafo”, escritura, “motriz”, movimiento). 

El desarrollo grafomotriz del niño tiene como objetivo fundamental completar y potenciar el desarrollo psicomotor a través de diferentes actividades.
La grafomotricidad entraría dentro del desarrollo motor fino, esto es, aquel que aparece cuando el niño ha desarrollado cierta capacidad de controlar los movimientos,  especialmente de manos y brazos. El niño mientras crece va aprendiendo a controlar cada vez más su cuerpo.
En el aprendizaje y/o adquisición de las habilidades grafomotrices se empieza por el trazo prácticamente libre, que permite al niño dominar el espacio y adquirir soltura con los utensilios básicos, para ir introduciendo progresivamente pautas y trazos dirigidos.
En cuanto al manejo de útiles, primero se desarrollan y perfeccionan los movimientos de la mano, los dedos, y empieza la manipulación de esponjas, tizas, pinceles gruesos, ceras y los últimos son los lápices, más finos.
También se aprende el desplazamiento correcto en el espacio gráfico: izquierdaderecha, arriba-abajo. Los movimientos de base pueden ser los trazos verticales, (de arriba abajo), horizontales (de izquierda a derecha), evolucionando a los oblicuos, bucles… hasta llegar a adquirir la imagen motriz más compleja de las letras, sílabas, palabras…

 

Objetivo de la grafomotricidad.


La grafomotricidad tiene como objeto el análisis de los procesos que intervienen en la realización de las grafías, así como el modo en que éstos pueden ser automatizados y cuyo resultado responde a los factores de fluidez, armonía tónica, rapidez y legibilidad.
La grafía es el trazo de un movimiento, si un individuo es capaz de repetir el trazo de manera idéntica es porque lo ha interiorizado. Esto es un ejercicio de control motor que surge como resultado de una gran cantidad de ajustes preceptivos y motores, de la regularización nerviosa y de la implicación afectiva del sujeto. En la realización de las grafías nos encontramos con la incidencia de aspectos cognitivos, afectivos y psicomotores, del propio sujeto en situación de escribir.
La grafomotricidad o desarrollo grafomotriz del niño tiene como objetivo fundamental completar y potenciar el desarrollo psicomotor a través de diferentes actividades.

De esta manera, se les prepara para el posterior aprendizaje de la escritura. En niños con NEE estas actividades potencian además la atención y la psicomotricidad fina fundamental en su desarrollo.
A través de la realización de una variedad de fichas se va a partir de trazos sencillos.
Se comenzará con trazos horizontales y verticales para continuar con el resto de trazos. Se incluyen dibujos para que los niños las coloreen y sean así más atractivas.

LA GRAFOMOTRICIDAD EN LA EDUCACIÓN INFANTIL

El objetivo de la grafomotricidad es que el niño adquiera las habilidades necesarias para que llegue a expresarse por medio de signos escritos, mediante ejercicios que
permitan el mayor dominio del antebrazo, la muñeca, la mano y, sobre todo, los dedos.
El niño controla cada vez más su cuerpo. El control del trazo se transforma en el último escalón del desarrollo grafomotor.
Partimos del trazo prácticamente libre, que permite al niño dominar el espacio y adquirir soltura con los utensilios básicos, para ir introduciendo progresivamente pautas y trazos dirigidos.

Es necesario seguir una serie de pautas:
· Manejo de útiles: los primeros son la mano, los dedos, esponjas, tizas, pinceles gruesos, ceras, los últimos son los lápices.
· Desplazamiento correcto en el espacio gráfico: izquierda-derecha, arriba-abajo.
· Movimientos de base: empezar con trazos verticales, (de arriba abajo), horizontales (de izquierda a derecha), oblicuos, bucles… hasta llegar a adquirir la imagen motriz de las letras, sílabas, etc.
Todos los ejercicios se harán de forma libre, sin marcar límites y de forma dirigida.
La adquisición de la lecto-escritura es un proceso complejo que implica muchos aprendizajes y descubrimientos previos. En esta etapa deben explorar y descubrir los usos de la lectura y la escritura como fuente de placer, fantasía, comunicación, representación e información, es donde se han de consolidar estas premisas para las adquisiciones  posteriores.

 

 

¿A QUÉ EDAD ES CONVENIENTE EMPEZAR?

La respuesta depende de cada niño; cuando aprenda con interés y con facilidad, cuando haya adquirido un determinado grado de madurez en los diversos factores que intervienen:
· Sensorial
· Motriz
· Lenguaje
· Afectivo
· Intelectual
Cada edad presupone en general, unas posibilidades de aprendizaje que deben ser tenidas en cuenta para planificar actividades de grafomotricidad. En consecuencia, se debe partir de las posibilidades de razonamiento y aprendizaje que poseen los niños en un momento de desarrollo determinado, así como de los conocimientos previos que ya posee.

 

 

¿CÓMO PUEDEN LOS PADRES ESTIMULAR DESDE CASA LA PREPARACIÓN A LA ESCRITURA?

• El niño aprende moviéndose e interactuando con los elementos del entorno por
aprendizaje directo, imitando modelos, por la mediación y estimulación de los
adultos. Cualquier actividad que se plantee ha de ser motivadora y significativa.
• Se favorecerá la interacción entre el niño y el adulto en un ambiente acogedor,
seguro y cálido.
• Se considerarán los intereses y necesidades de los niños, así como el espacio
más adecuado, el tiempo dedicado a la actividad y la recogida de materiales
que se hayan empleado.

 

SUGERENCIAS DE EJERCICIOS Y RECURSOS PARA FAVORECER LA

MADUREZ PARA LA GRAFOMOTRICIADAD.

1. Materiales: los específicos para la expresión plástica (ceras, témperas, pintura de dedos, plastilina, arcilla, papeles de distintas texturas…), materiales del entorno, colecciones, material impreso, etc.
2. Técnicas plásticas que se pueden realizar: rasgado, arrugado, cortado, estampado, pintado, pegado…
3. Actividades :
· Utilizar los sentidos para experimentar sensaciones diversas en la exploración de sí mismo, sobre su cuerpo, los demás y su entorno. Proporcionándole objetos variados que favorezcan su curiosidad.
· Nociones básicas de orientación en el espacio : arriba-abajo, dentro-fuera, delantedetrás… con el cuerpo (reptando, gateando, andando…) y con los objetos

· Imitar sonidos, canciones, dramatizaciones, cuentos…
· Desarrollar la motricidad fina y viso-manual: modelar, enhebrar, enroscar, atornillar, prensar, abrochar, teclear, tapar, pegar…
· Clasificar objetos a partir de las características físicas, comparar, identificar diferencias y semejanzas.
· Seriar, ordenar, secuencias de relatos, laberintos
· Lectura, comprensión, producción y utilización de imágenes, fotografías, carteles, folletos, revistas, pictogramas.
· Comprensión y reproducción correcta de algunos textos de tradición cultural (canciones, poemas, cuentos…)
· El ordenador es también un buen recurso para aprender las técnicas necesarias para la grafomotricidad, además existen en el mercado programas específicos para ello.
· Todas las actividades plásticas que sugieran los distintos soportes y materiales anteriormente citados.
· Trazos. Primero se ha de utilizar el plano vertical (aire, pizarra, papel continuo en la pared), después horizontalmente (papel continuo, cartulinas, folios).
Promoviendo la observación, la exploración, la experimentación, la investigación en las distintas situaciones de la vida cotidiana, ayudándoles a interpretar, establecer relaciones, que pongan palabras a sus acciones, formulen ideas sobre la realidad vivida o imaginada, con ello contribuiremos a su desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños y niñas, respetando los derechos de la infancia y atendiendo a su bienestar, todo ello constituye la principal finalidad de la educación infantil.

Es necesario que les narren y les lean cuentos a diario, con ello se contribuye a ampliar su interés por la literatura así como a todo el lenguaje escrito.

 

 

EVOLUCION DEL GRAFISMO DE CERO A SEIS AÑOS

La evolución de la grafomotricidad desde los cero a los seis años es la siguiente:
A los 18 meses, el pequeño comienza a auto expresarse gráficamente realizando sus primeros garabatos descontrolados. A esta edad los niños son capaces de coger un objeto y realizar trazos en forma de garabatos. Se trata de un movimiento impulsivo, rápido y sin control, donde mueve todo el brazo y no hay coordinación del ojo y la mano.
A los 20 meses, el codo comienza a funcionar provocando la aparición de los garabatos denominados “barridos”. El niño no observa lo que hace. Más tarde el garabato se hace circular.
A los 2 años y medio, tiene un mayor control de la muñeca y del movimiento de pinza pudiendo realizar trazos independientes. Sigue los movimientos de su mano con su mirada pero el acto motor es todavía independiente del acto visual. Obtiene placer con el movimiento.
A los 3 años, aparece la coordinación óculo-manual y entra en juego la percepción. El niño mira lo que dibuja y trata de controlar el movimiento de la mano. Empieza a no salirse del papel. Combina los colores llenando páginas enteras. Da nombre al dibujo que realiza, aunque al principio no hay relación entre el dibujo y lo que dice que es.
Poco a poco esta relación va siendo mayor.
A los 4 años, aparece la etapa “preesquemática”. La intencionalidad y el sentido de representación que tiene el dibujo toman presencia ya que el niño comienza a decir antes lo que va a dibujar. Comienza a elaborar la figura humana “renacuajos”, la representa mediante un círculo incluyendo poco a poco detalles que irá enriqueciendo.
Estas producciones gráficas irán evolucionando y perfeccionándose a medida que evolucionen otras áreas como la cognitiva, la afectiva, la social, etc.
Entre los 4 y los 6 años, según el grado de madurez del pequeño podemos ver cómo unos no dibujan ni brazos ni manos, y a la cabeza tan sólo le pone los ojos, mientras que otros dibujan brazos, manos, nariz y dedos. El niño distribuye el espacio de manera anárquica. El tamaño de las personas, objetos, etc. están en función de la importancia que él las dé. Los colores los elige de forma emocional.

 

 

ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO DE LA GRAFOMOTRICIDAD

Se entiende por grafomotricidad el movimiento gráfico realizado con la mano al escribir. Por su parte la reeducación grafomotora intenta mejorar y/o corregir dichos movimientos gráficos necesarios para la escritura.
La base de la educación grafomotora es la psicomotricidad fina, por lo que previamente deben realizarse actividades para desarrollar la destreza de las manos y de los dedos, así como la coordinación visomanual.

 

 

ACTIVIDADES PARA DESARROLLAR LA DESTREZA DE LAS MANOS.

-Tocar palmas, primero libremente, después siguiendo un ritmo.
-Llevar uno o más objetos en equilibrio en la palma de la mano, primero en una mano, después en las dos.
-Hacer “caminos” libremente sobre la arena y/o sobre el agua.
-Realizar gestos con las manos acompañando a canciones infantiles.
-Girar las manos, primero con los puños cerrados, después con los dedos extendidos.
-Mover las dos manos simultáneamente en varias direcciones (hacia arriba, hacia abajo, movimiento circular…)
-Imitar con las manos movimientos de animales (león moviendo las garras, pájaro volando…) o de objetos (aspas del molino, hélices de helicóptero.

 

 

ACTIVIDADES PARA DESARROLLAR LA DESTREZA DE LOS DEDOS.

– Abrir y cerrar los dedos de la mano, primero simultáneamente, luego alternándolas. Ir aumentando la velocidad.
– Juntar y separar los dedos, primero libremente, luego siguiendo órdenes.
-Tocar cada dedo con el pulgar de la mano correspondiente, aumentando la velocidad.
– «Tocar el tambor» o “teclear” con los dedos sobre la mesa, aumentando la velocidad.
– Con la mano cerrada, sacar los dedos uno detrás de otro, empezando por el meñique.
– Con las dos manos sobre la mesa levantar los dedos uno detrás de otro, empezando por los meñiques. la coordinación visomanual:
– Lanzar objetos, tanto con una como con otra mano, intentando dar en el blanco (caja, papelera…).
– Enroscar y desenroscar tapas, botes, tuercas…
– Ensartar un cordón en planchas y/o bolas perforadas.
– Abrochar y desabrochar botones.
– Atar y desatar lazos.
– Encajar y desencajar objetos.
– Manipular objetos pequeños (lentejas, botones…).
– Modelar con plastilina bolas, cilindros…
– Pasar las hojas de un libro.
– Barajar, repartir cartas…
– Picado con punzón, perforado de dibujos…
– Rasgar y recortar con los dedos.
– Doblar papel y rasgar por la dobles.
– Recortar con tijeras.
Otro aspecto importante es la realización de actividades para desarrollar los trazos.
Estas actividades se realizarán sobre diferentes superficies (suelo, papel de embalar, encerado, folios, cuaderno con pauta) y con diferentes instrumentos (pinturas de cera, rotuladores, pinceles, lápices, bolígrafos).
Los movimientos básicos presentes en los diferentes trazos grafomotores son de dos tipos: rectilíneos y curvos, y sobre ellos se debe centrar la reeducación grafomotriz.
Los ejercicios deben realizarse en sentido izquierda-derecha.

 

 

ACTIVIDADES PARA EL DESARROLLO Y CONTROL DE TRAZOS RECTOS.

-Ejercicios de copia en pizarra o papel cuadriculado: trazado de líneas verticales, horizontales y diagonales, cruces, aspas, paralelas, líneas quebradas, ángulos, figuras, etc.
-Ejercicios de repasado de líneas, trayectorias y dibujos.
-Ejercicios de rellenado de espacios y figuras.
-Ejercicios de seguimiento de pautas o caminos sin tocar las paredes.
-Ejercicios de trazado de líneas entre dos rectas para entrenar el frenado.
-Ejercicios de trazado de líneas alternando la presión.

 

 

ACTIVIDADES PARA EL DESARROLLO Y CONTROL DE TRAZOS CURVOS.

-Ejercicios de copia en pizarra o papel cuadriculado: trazado de líneas curvas, bucles, círculos, etc.
-Ejercicios de ondas dentro de dos líneas, sobre ejes horizontales o inclinados, y también alternando tamaños.
-Ejercicios de bucles dentro de dos líneas, sobre una línea, bucles ascendentes, descendentes y combinados (ascendentes/descendentes).
-Ejercicios circulares, de copia y repasado, realizados en sentido contrario a las agujas del reloj.

 

 

MATERIALES PARA TRABAJAR LA GRAFOMOTRICIDAD A LOS 3,4 Y 5 AÑOS

Los cuadernos de grafomotricidad de 3, 4 y 5 años han sido pensados para ayudar a niños y niñas de Educación Infantil a desarrollar y controlar todos los gestos gráficos
necesarios para una correcta escritura.
A lo largo de los cuadernos de grafomotricidad se presentan los trazos de forma que la dificultad es progresiva, desde el trazado libre hasta el ajuste en pautas y cuadrículas
de tamaño decreciente.
Todos los gestos gráficos se han integrado en un dibujo que recuerda su forma para hacer el trabajo más atractivo a niños y niñas. Se recomienda el uso de colores variados y la presentación de las fichas de forma lúdica.

 

 

BIBLIOGRAFIA

 García. (1987). Educar para escribir. Madrid: G.Nuñez. Calvet, L.J (2001). Historia de la escritura. Barcelona.Ed. Paidós. Marchesi, A. Coll, C. (1991). Desarrollo Psicológico y Educación. Madrid. Alianza. Piaget, J. (1973). La Psicología de la Inteligencia. Crítica.