¿Os gustaría ver una puesta de sol como la de la foto, mientras vuestros niños juegan en el parque? Hoy os hablaremos de este pequeño parque infantil situado en La Ramallosa.
Debo reconocer que cuando abrí este blog, siempre tuve ganas de hablar de este sitio. No especialmente porque sea algo espectacular, que bueno, a veces con las puestas de sol sí lo es, si no por todos los recuerdos y buenos momentos que durante muchos años he pasado en esta parroquia. (especialmente en su discoteca, claro 😉 )
Para empezar, creo que lo más destacable es el largo carill bici que rodea el estuario de La Ramallosa. Son aproximadamente 3 kilómetros de paseo que van casi desde el inicio del paseo Torrente Ballester hasta finalizar en la playa Ladeira.
Enfrente de los clásicos cines Imperial, con casi 60 años de historia, se encuentra el famoso parque infantil.
Como os comentaba anteriormente no es un parque que destaque por su modernidad, juegos, etc. De hecho podría decir que hay algunas partes que incluso están mal cuidadas.
Para días de mucho calor hay varios bancos a la sombra de los árboles. Algo que se agradece bastante y así los niños podrán merendar más fresquetes.
Si les gustan los deportes de balón, podrán disfrutar de una cancha cerrada y totalmente gratuita.
Si son más aventureros, lo que más les va a gustar será la tirolina. No es muy larga, pero se pueden pasar horas tirándose sin parar!!!
Y si os apetece un helado o tomaros algo, podréis disfrutar de la fantástica terraza de Kaffa Café. Además, en el interior, tiene una pequeña zona infantil.
Al final del parque, si caminamos un poco más, nos encontramos el Puente de La Ramallosa.
Un poquito de historia.
Este puente, que cruza el río Miñor y divide los términos municipales de Baiona y Nigrán, es uno de los más hermosos de estilo medieval que se conservan en Galicia. Tiene 10 ojos o vanos con arcos de medio punto, de los cuales ocho (36 metros de longitud) pertenecen a Baiona. Algunos de ellos son arcos ojivales, seguramente debido a los estilos vigentes en las épocas en que debió sufrir alguna reparación.
En la mitad del puente se conserva un crucero, que tiene a sus pies una imagen de san Telmo, patrón de los navegantes y a quien la historia le reconoce el haberlo mandado construir.
Debajo del puente hay un peto de ánimas que representa a las ánimas en pena. Hasta hace pocas décadas, junto a este puente se celebraban ritos relacionados con la fertilidad. Según la tradición, la mujer encinta que no lograba hijos viables conjuraba a su hado adverso vertiendo sobre su vientre agua del río. La conjura, para ser efectiva, debía realizarse a las 12 de la noche, debiendo apadrinar a la criatura la primera persona que atravesase el puente después del conjuro.
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