Tras los desgraciados incendios que asolaron la zona en octubre de 2017, el Castro de Chandebrito luce nuevamente radiante ofreciéndonos unas vistas privilegiadas de la ría de Vigo, el Monte Alba y la sierra del Galiñeiro.
La visita al Castro de Chandebrito es ideal para ir con niños, independientemente de su edad, con una pequeña ruta vertical de aproximadamente 200 metros que se sortea a través de unas escaleras de madera y una zona de descanso solamente interrumpida por el sonido de grillos y pájaros.
Ya en lo alto podemos dar rienda suelta a la imaginación y pensar como sería la vida a finales de la Edad del Bronce, ya que tras las últimas excavaciones todo apunta a que el asentamiento en esta zona se originó en torno al siglo VIII a. de C. en los inicios de la cultura castrexa que se expandiría por toda Galicia con el paso del tiempo.
Descendiendo por el lado opuesto nos encontraremos con el Bosque de la Memoria. Una iniciativa que pretende recordar la tragedia ocurrida el 15 de octubre con el fallecimiento de dos vecinas de la zona.
En el bosque de la memoria podemos encontrar seis especies autóctonas de Galicia con unos carteles informativos que ayudarán a que los pasados incendios no queden en el olvido. (Siento no poder enseñaros foto, pero he formateado la tarjeta sin querer y las he perdido 🙁 )
Por último, indicar que el museo al aire libre se espera que se inaugure este mismo verano como una alternativa orientada en atraer turismo a la parroquia y principalmente como método de divulgación del yacimiento arqueológico más importante de la zona.
Recordar que estamos en una zona de alto interés, por lo que si lleváis alimentos o bebidas no cuesta nada depositarlos en su papelera correspondiente y ayudar a cuidar el entorno.
Si queréis continuar la ruta, podéis continuar con el coche hasta la sierra del Galiñeiro y terminar en el monte Aloia.
Podéis echar un ojo a este otro artículo.
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