8 lugares maravillosos en España que ninguna familia tendría que perderse

Huele a puente de mayo y sé que muchos de vosotros os tomaréis unos días de descanso. ¡Qué envidia! Sabéis que por aquí nos encanta la aventura y las escapadas familiares, así que hoy nos ponemos manos al volante y os propongo unos lugares maravillosos en España que ninguna familia tendría que perderse.

No están todos los que son, pero quizás podáis ayudarnos a escoger más lugares. Aquellos que hayáis visitado y que volveríais encantad@s. 🙂

San Juan de Gaztelugatxe

San Juan de Gaztelugatxe se alza frente a la costa bizkaina como una de las mayores joyas del País Vasco, un espacio, en el que viajeros de todo el mundo convergen para conocer en persona una de las maravillas naturales más aclamadas del mundo. El que antaño fue el islote de San Juan de Gaztelugatxe, ha sido transformado en península por el ser humano al construir sobre la rasa mareal el estrecho camino que nos lleva hasta su punto más alto. Un camino, que hace posible que este enclave vasco se haya convertido en uno de los lugares más visitados del norte de la península.

Ciudad Encantada de Cuenca

La Ciudad Encantada es un paraje natural español de formaciones rocosas calcáreas o calizas formadas a lo largo de miles de años. Se localiza cerca de Valdecabras, en el término municipal de Cuenca (España), en una amplia zona de pinares de la parte meridional de la serranía conquense y a una altitud de 1.500 metros. Está ubicada en una finca privada a la cual se puede acceder previo pago de 5€.

Fue declarada Sitio Natural de Interés Nacional el 11 de junio de 1929. La acción del agua, el viento y el hielo ha hecho posible este fenómeno kárstico. La heterogeneidad de las rocas en cuanto a su morfología, composición química y grado de dureza es lo que ha permitido el desgaste desigual de las mismas por los elementos atmosféricos, dando como resultado una muestra sorprendente de arte pintoresco proveniente de la misma naturaleza. A las caprichosas y espectaculares formaciones existentes hay que sumar lapiaces, torcas y sumideros.

Cueva El Soplao

¡Una cavidad única!
El Soplao constituye un deleite para todo el que se acerque a visitarlo, que podrá disfrutar de un recorrido que sobrecogerá por la espectacularidad, abundancia y diversidad de sus formaciones excéntricas, que son las que hacen de El Soplao “Una Cavidad única”. Un auténtico juego de sombras y luces, de colores, un festival de sensaciones.
Además de su valor geológico, la cueva y su entorno albergan un excepcional patrimonio de arqueología industrial minera, con más de 20 km de galerías. La actividad minera también ha dejado su huella en el espacio exterior: castilletes, hornos de calcinación, lavaderos, talleres, etc. Las labores mineras se orientaron a la extracción de blenda y galena, dos de las mejores menas para la obtención de zinc y plomo, respectivamente. Tenéis más información en este enlace.

Caminito del Rey

Durante un tiempo, ostentó el título popular de ‘camino más peligroso del mundo’, ya que muchas de sus pasarelas eran intransitables y solo los más temerarios se aventuraban por él, incluso estando prohibido su acceso. Hay que tener en cuenta que sus instalaciones tenían más de 100 años: se construyó entre 1901 y 1905 como vía de servicio para la presa del Conde del Guadalhorce, cuya inauguración presidió Alfonso XIII -de ahí el apodo del camino-.

Pero eso fue antes de acometer la ambiciosa y espectacular restauraciónde la senda, un titánico trabajo que ha sido reconocido con tres galardones en los Premios Unión Europea de Patrimonio Cultural ‘Europa Nostra’, y que ha convertido al Caminito del Rey en una de las atracciones turísticas más populares de Málaga desde que se reinauguró el 28 de marzo de 2015.

El impresionante trayecto recorre 7,7 kilómetros -4,8 de accesos y 2,9 de pasarelas- a lo largo de la garganta del Desfiladero de los Gaitanes, un corte natural que el río Guadalhorce ha realizado en la Sierra de Huma, y que en algún tramo nos conduce suspendidos a más de 100 metros de altura. Internarse por este sendero es toda una experiencia que puede llevar entre tres3 y cuatro horas, según el estado físico de cada uno.

Las Médulas

El municipio de Carucedo es conocido especialmente por el paraje natural de Las Médulas, considerado hoy Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, relieve que le dieron los romanos y sus esclavos en su búsqueda de oro y que dieron nombre al pueblo de Las Médulas: yacimiento aurífero.

Este paisaje de gran belleza formado de pequeñas colinas rojizas llenas de verde vegetación se formó tras el corrimiento de tierras que hicieron los romanos para extraer oro. Durante más de un siglo fue la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano, llegó a alcanzar 3 km de extensíon y más 100 metros de profundidad.

Cañones, oquedades y cuevas como largas bóvedas guardan memoria de un sistema salvaje para extraer a la tierra sus riquezas. Lo primero que hacían era canalizar las aguas hacia el yacimiento y después embutirlas en las tripas de la montaña hasta que la presión insoportable la hiciera explotar, abriendo, así, nuevas vías. Para tener una visión completa de los restos de estos trabajos, nada mejor que subir al mirador de Orellán, junto al que se encuentra la boca de una de las galerías que todavía pueden visitarse.

Ruta del Carés

Conocida también como “Garganta Divina”, la ruta del Cares es un maravilloso recorrido de 12 kilómetros que une los pueblos de Caín (León) y Poncebos (Asturias). El camino está literalmente tallado en el desfiladero del río Cares, que atraviesa el Parque Nacional de los Picos de Europaun auténtico paraíso natural.

La ruta original empezaba en Posada de Valdeón, pero este punto añade 10 kilómetros extra y es complicado realizarlo en una jornada. No es un recorrido muy exigente -la parte más dura son los dos kilómetros de subida desde Poncebos-, pero hay que tener en cuenta la vuelta, lo que suma en total 24 kilómetros. Se puede completar en 6-8 horas (ida y vuelta).

Cuevas de Valporquero

Hace más de un millón de años, en el Pleistoceno de la era Cuaternaria, cuando el hombre iniciaba su andadura por la Tierra, las frías aguas del arroyo de Valporquero empezaron a colarse a través de los poros, fisuras y grietas de la roca caliza, disolviendo sus entrañas lenta y tenazmente, abriéndose el corazón de la montaña leonesa para descubrirnos las increíbles maravillas subterráneas.

Dimensiones inesperadas y volúmenes descomunales van abriendo un sendero repleto de luces y sombras, permitiéndonos admirar miles de formaciones calizas esculpidas por la mano caprichosa del tiempo, con sus formas, tamaño, brillos y colores diferentes que se suceden a lo largo de las siete salas visitables.

Una vista espectacular, que se hace más grandiosa si cabe en primavera y otoño, con el deshielo y las lluvias que llenan el arroyo de Valporquero, produciendo una ensordecedora sinfonía por el correr del agua dentro de las salas de la Cueva.
La Cueva de Valporquero abrió sus “puertas” al público en general en el año 1966, después de una ingente tarea de acondicionamiento e iluminación llevada a cabo por la Excelentísima Diputación de León.

Desde entonces, bajo la gestión de esta institución, y siempre acompañados de guías conocedores del medio, vienen ofreciendo a los visitantes la oportunidad de adentrarse en la profundidad de la montaña y disfrutar de un paisaje de estalactitas, estalagmitas, coladas y columnas que a lo largo de miles de años el agua ha ido esculpiendo de una manera lenta pero constante hasta conformar el paisaje único que ofrece esta Catedral subterránea en el corazón de la montaña leonesa.

Una invitación a la contemplación y el conocimiento de la historia de la tierra es lo que el visitante puede encontrar en este paraje privilegiado, aunando ocio y cultura en el recorrido a lo largo de las salas que ofrece la Cueva, dejando volar la imaginación y sumergiéndose en un “viaje al centro de la Tierra”.

Senda del oso

La senda del oso pertenece al plan de recuperación “PROGRAMA VÍAS VERDES“, que desde 1993 se viene desarrollando una iniciativa de diferentes administraciones públicas, en colaboración con ADIF, RENFE y FEVE y que ha conseguido transformar una gran parte de los miles de kilómetros de vías férreas abandonadas recuperándolas como trazados ecoturísticos.

Sus más de 30 túneles y sus espectaculares paisajes la convierten en una de las más visitadas y en una parada obligada para aquellos amantes del turismo activo que visitan Asturias.

En 1996 el hallazgo de dos pequeñas oseznas huérfanas, bautizadas como “Paca” y “Tola” (en honor de sus cuidadoras), hizo que estos valles cambiaran de nombre para ser conocidos hoy en día, como La Senda del Oso. (Si váis a visitar las sendas con intención de conocer a las oseznas, tener en cuenta los periodos de hibernación que van desde noviembre a marzo)

La senda del oso habitualmente se recorre en bicicleta por el simple hecho de que son 48 km de ruta. Tranquilos, que también se pueden escoger tramos más pequeños para poder visitar con niños. El hecho de que todo el camino transcurre por firme asfaltado, con valla protectora e iluminación automática en los túneles, hace que sea perfecta para visitar en familia.

 

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