Cascada Tahiti. El paraíso de Peneda Gerés

cascada tahiti

La Cascada Tahiti (nombre popular que se le ha puesto a la cascada Fecha de Barjas) es una de los lugares más bellos del parque nacional Peneda Gerês, localizada en Caldas do Gerês, freguesia de Vilar da Veiga, ayuntamiento de Terras de Bouro y distrito de Braga. Son una parada obligatoria para todos los turistas que visitan la zona y lugar de recreo y esparcimiento para los vecinos de la zona.

Nosotros no íbamos a ser menos y tras haber visitado las pozas de sete lagoasnos dirigimos, bien entrada la noche a la localización para buscar un lugar dónde dormir. La verdad es que en este caso Google Maps nos mareó bastante. Dimos un montón de vueltas y no dábamos encontrado el sitio.

Eran ya casi las 12:30 cuando por fin dímos con la carretera que subía hacia las dos cascadas que íbamos a visitar al día siguiente. La cascada de Arado, ya os había hablado de ella en este enlace, y la cascada Tahití.

Desde el cruce que sube hacia las cascadas hasta el lugar, serán aproximadamente unos 20 kilómetros por carreteras serpeantes. Por allí nos cruzamos con dos preciosos zorros que nos siguieron durante un buen tramo escapando de nosotros.

Por fin llegamos al pequeño aparcamiento y con un poquito de miedo decidimos pernoctar allí, dentro del coche, pero no nos dejaron. Una patrulla de la GNR vino a echarnos muy amablemente por temas de seguridad y todos los planes se transformaron en expectativa/realidad. No éramos los únicos ya que un poco más adelante dos matrimonios de italianos habían pensado que también sería buena idea hacer noche en la zona. Eso sí, ellos íban mejor equipados que nosotros 😛

Lo de la noche fue una odisea, continuamos subiendo por la carretera y el camino nos llevaba a interior de una verbena. Por allí estaba todo el mundo disfrutando de la orquesta y nosotros perdidos sin poder seguir hacia adelante y casi sin poder dar marcha atrás. La gente nos miraba raro…

Nuestra pregunta seguía siendo la misma ¿y ahora dónde dormimos? Pues finalmente y tras recorrer varios kilómetros decidimos parar en un aparcamiento y pernoctar. La idea de dormir bajo las estrellas se truncó un poquito aunque resultó ser bastante divertida.

Ahora si que si. El camino de ascenso ya lo conocíamos. Primero visitamos la cascada do arado y el mirador da roca. Desayunamos y bajamos hasta la cascada Tahiti. Lo primero que vemos al llegar es la cantidad de coches que a eso de las 10 de la mañana había estacionados. No os preocupéis por eso ya que hay un aparcamiento privado previo pago de 2€ la jornada.

Nos recibe un cartel que indica PELIGRO DE MUERTE. Vámos, todo muy alentador. Si no nos ha matado un lobo, un loco por la noche o una insolación aun podíamos caer al vacío.

Tras bajar unas escalinatas ya se divisa la majestuosidad de las diferentes pozas y cascadas. El lugar es indescriptiblemente bello. El agua, al igual que sete lagoas, es cristalina y de color turquesa.

Después de darnos algún que otro chapuzón en las pozas superiores bajamos hasta las últimas que forman parte de este maravilloso paisaje. Nos acompaña el ruido de una gran caída de agua durante todo el tramo. El camino es muy estrecho y con alguna que otra dificultad.

Una vez abajo todo incita al baño. La gente tirándose desde lo alto hacia la poza, otros disfrutando de la cascada, otros disfrutando de las corrientes de un pequeño «cañón».

Es sin duda un lugar extremadamente precioso y peligroso a la vez. A pesar de que allí había bastantes familias con niños, mi recomendación es que vayáis cuando los niños tengan noción del peligro y sean un pelín más mayores. Un pequeño descuido y fácilmente puede acabar en tragedia.

Aquí podéis ver el vídeo resumen de nuestra visita y una galería de fotos. Cambiar la configuración del vídeo en la pestañita para mayor calidad.

Como llegar a Cascada Tahiti

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