Nuestra experiencia y todos los consejos para viajar a Madrid con niños.
Hoy os voy a hablar de nuestra experiencia, durante esos cuatro días de Marzo, que tanto hemos disfrutado en Madrid.
Era el primer viaje que Edgar hacía en avión y lógicamente había que estar a la altura. Así que dos meses antes empecé a buscar la mejor opción de alojamiento. Maldito el día en que me puse a buscar hoteles en Madrid…¿es necesario que haya tantos? Lo ideal es que el hotel estuviera próximo a una parada de metro, ya que como sabéis, viajar en metro por Madrid es muy cómodo y además los niños menores de cuatro años no necesitan billete.
Tras analizar varias posibilidades, finalmente escogí el HOTEL VP EL MADROÑO. Más adelante os hablaré un poco acerca de este maravilloso hotel.
Si la proximidad de la parada de metro me parecía importante, no lo es menos la idea de que la habitación tenía una pequeña cocina, además de la cercanía de varios supermercados, restaurantes de comida rápida, etc.
Al realizar la reserva con tanta antelación, obtuve un importante descuento en el precio final. Eso también ayuda a la hora de decidirte ¿verdad?
Los días previos al viaje evité mencionarle todo lo relacionado con el viaje, el avión, el parque de atracciones, etc. Vosotros conocéis esa sensación, esas ganas que no os hacen dormir la noche anterior. Pues en un niño se multiplican y había que estar bien descansados.
PRIMER DÍA (Jueves)
Mochila en mano, llegó el momento de subir al aeropuerto. Era su primer vuelo y no sabía él como podía reaccionar, así que tras embarcar en el avión y comerse unas galletas (el tío iba muy pancho) llegó el momento del despegue!!!!!!!!!
El vuelo fue muy tranquilo, incluso el peque tuvo tiempo de bromear con la chica del asiento de atrás.
Tras llegar a Madrid, le tocaba el turno al Metro. Lo que para nosotros nos parece una simple rutina, para un niño es toda una aventura viajar en un tren que se mete por debajo de la tierra. De locos!!
Una vez llegados al hotel y hacer el Check-in, subimos corriendo a la habitación. ¡Qué sorpresa! La habitación era idéntica a las fotos de la web.
Debo reconocer que la fachada del edificio invita a pensar que se trata de un envejecido hotel, pero nada más lejos de la realidad. El estilo de las habitaciones «STYLE» es muy moderno, con un tamaño muy considerable.
El baño excelente, con una gran bañera acristalada con una ventana hacia la habitación. En este caso os recomiendo que cuando hagáis la reserva, especifiquéis que deseáis la habitación con bañera. No os imagináis lo que se echa de menos una buena bañera, los que en casa tenemos un soso y aburrido plato de ducha.
Tras descansar un poco e ir a hacer la compra, tocaba ducha, cenar y a dormir!!!
SEGUNDO DÍA (Viernes)
Tocaba madrugar. El segundo día lo dedicaríamos al Parque de Atracciones de Madrid.
Para acceder al recinto deberéis coger la Línea 10 de Metro y bajaros en la estación Batán. Una vez allí hay indicaciones y no tiene pérdida. Os sugiero esta opción, ya que el metro os deja a escasos mil metros caminando de la entrada que a las familias nos interesa. La de Nickelodeon Land.
Al ser un día lectivo y tan temprano, apenas había colas, que digo apenas…es que no había nada, así que era bajarse y volver a subir. (Creo incluso que la chica de la atracción de los aviones incluso nos veía raro)
Os dejaré más abajo un listado de atracciones para que le echéis un vistazo
Le encantaron todas ellas excepto Vagones Locos. El trenecillo da muchos giros bruscos y los niños se pueden asustar, como fué el caso.
Si estáis atentos a los paneles de información os marcarán las horas en las que salen los personajes para que puedas sacarte fotos con ellos. Nosotros estar, estabamos atentos, pero siempre llegabamos tarde.
Después de comer, vimos como empezaba a formarse una gran cola en la Piña de Bob Esponja, así que nosotros no íbamos a ser menos. Tras esperar una media hora, aproximadamente, tuvimos la suerte de encontrarnos con Bob Esponja y sacarnos una foto con él. Aquí no te permiten que uses tu cámara. Ya te hacen ellos la foto y si la quieres la puedes adquirir por un «módico precio» (y tan módico, oye!)
Tras el susto de la tienda ($$$$$$$$), nos dirigimos a la zona de adultos y aquí repetimos varios viajes en la cueva de las pistolas. Se lo pasó genial.
Después de merendar y de hacer otra ronda por Nickelodeon, abandonamos el Parque y nos dirigimos al hotel a descansar.
Atracciones:
- Vagones Locos [Familiar]: montaña rusa en la que el vagón es un perro.
- Nickelodeon Express [Infantil]: con sus raíles por encima del suelo, realiza un viaje por toda la zona infantil.
- Al Bosque con Diego [Infantil]: igual que el T.I.R de la Zona del Maquinismo, pero más pequeño y a menor altura.
- Los Globos Locos [Infantil]: ocho globos aerostáticos sobre un eje central que gira. El círculo de encima del eje que sujeta los globos gira a la vez que el eje, pero con un movimiento ondulante.
- Padrinos Voladores [Familiar].se trata de unos aviones suspendidos debajo de la vía con un recorrido con solo curvas diseñada por Zamperla. Especial para los niños.
- Magneto de Jimmy Neutrón [Infantil]: como la colocada en la Zona del Maquinismo, solo que esta se diferencia en que no tiene 63 m de altura y su recorrido es motorizado (No hay caída libre). Especial para niños.
- La Casa de Bob Esponja: aunque no es considerada una atracción en sí, podemos encontrar la Piña del personaje Nickelodeon justo a las espaldas de la tienda, es la única en Europa. Dentro podemos encontrar el salón de la casa con su famoso sofá y podremos hacernos una foto con Bob Esponja.
Otras atracciones del área: Cazamedusas de Patricio, Jumping, La Aventura de Dora, Coches de Choque de Rugrats, Escuela de Conducción de las Tortugas Ninja.
Restaurantes:
- Nickelodeon Café
Pasatiempos:
- Los Aros: para afinar tu puntería logrando «encestar» algún aro en el cuello de la botella.
Tiendas:
- Nickelodeon Shop: juguetes para niños de la marca Nickelodeon.
TERCER DÍA (Sábado)
Despertamos con un día muy soleado y con muchas ganas de visitar, esta vez, el ZOO AQUARIUM DE MADRID.
Tras coger nuevamente la Línea 10 de Metro y descender a pie el camino que va desde la parada Casa de Campo hasta la puerta principal, algo que nos llevó aproximadamente unos 15/20 minutos, entramos en el recinto. Al haber comprado las entradas online te evitas las colas que se forman en las taquillas y entras directamente sin demoras.
Nuestra primera parada fue el show de los delfines y seguidamente, al terminar éste, nos dirigimos a la exhibición de aves.
Si váis a la exhibición, os aconsejo que os situéis en la línea en la que las aves realizan vuelos rasantes. Los niños alucinan, eso sí… hay que estar muy quietos para no lastimarlas mientras vuelan.
Al peque lo que más le gustó del Zoo fue todo lo relacionado con los simios. La visita a los mandriles es obligada y aquí te puedes pasar un rato muy divertido viendo las discusiones familiares que tienen entre ellos. ¡Son puro carácter!
Para mi gusto, por la cercanía de los animales, los recintos para orangutanes y gorilas son los que más impresionan. Aquí te puedes pasar un buen rato observando sus quehaceres.
Ahora tocaba visitar el Aquarium y resguardarnos un poco del sol. El acuario está muy bien, pero tampoco es espectacular. Los niños se quedan impresionados viendo pasar tiburones y tortugas tan grandes a su lado.
Después de comer y descansar en el jardín, decidimos pasar un buen rato en el parque infantil. A los niños se les para el mundo cuando ven uno gigante.
Aquí las fuerzas ya empezaban a flaquear. Demasiadas caminatas y aun quedaban muchos animales por visitar.
Por la tarde nos tocaba el ala Este del parque. Aquí os podéis encontrar con una zona ajardinada y una gran familia de flamencos que no le tienen miedo a nada.
Podéis comprar comida en los quioscos, que es la que más les gusta. Si le dáis otra cosa no os van a hacer mucho caso. Son de paladar exquisito o bien, están entrenados para que le público asistente gaste unos eurillos en los quioscos 😉
Tras esta visita nos dirigimos a la zona oriental a visitar al oso panda. Es el sitio en dónde nos encontramos con más gente y apenas pudimos verlo.
Un poco más arriba se encuentra una pequeña granja, muy divertida por cierto, en la que los niños pueden acceder al recinto de cabras, tocarlas e interactuar con ellas. Son muy simpáticas.
Al otro lado podéis visitar ponys, cerdos, gallinas, etc.
Ésta es sin duda la zona más divertida para ellos, junto con el parque infantil y merece mucho la pena su visita.
Acabadas las pilas, tras siete horas en el zoo, nos retiramos…
CUARTO DÍA (Domingo)
Hoy era nuestro último día en Madrid y había que hacer tiempo, ya que el vuelo no salía hasta las 22h. Si hasta ahora el clima nos daba una tregua, el domingo la cosa cambió por completo. Hacía frío y lloviznaba y nuestra visita a FAUNIA se podía trastocar.
Había que probar suerte y rezar para que se disiparan las nubes. Tras coger varias líneas de metro y el enlace de línea de Bus, debo deciros que la parada más próxima está a unos 600/700 metros aproximadamente de Faunia. Yo tenía la confianza de que el autobús nos dejaría en la misma puerta, pero no fue así.
Mochilas, bolsa, Edgar en el colo y paraguas en mano, cruzamos ese largo e interminable camino hasta llegar a la entrada.
Debido a la climatología, se suspendieron muchas de las exhibiciones de focas, aves, etc. Solamente quedaba resignarse y visitar el resto y es que Faunia tiene mucho que enseñar.
Al igual que en el Zoo de Madrid, hay también una «granja» para los más peques. Aquí disfrutarán también de un recinto para poder tocar las cabras, y los típicos animales que te encuentras en cualquier granja. Todo muy accesible para que los niños disfruten.
Faunia también se divide por ecosistemas y en cada uno de ellos cuidan hasta el más mínimo detalle.
La Jungla es espectacular y cada hora simulan una tormenta para que los animales se sientan como en casa. El acuario con manaties es impresionante.
Otra de las zonas más divertidas es el bosque Africano. Un pequeño camino en el que pasearás tranquilamente rodeado de sus habitantes. Los lemures son unos auténticos personajillos.
También podréis visitar la ruta de dinosaurios y grandes recreaciones. Seguro que vuestros peques quedarán fascinados.
Tras comer y jugar un rato en el parque infantil, seguimos visitando varias zonas; polo norte, bosque templado, sombras silenciosas, etc.
Las pilas estaban totalmente agotadas y a media tarde cogimos el metro rumbo Terminal T4 para volver a casa.
La gran diferencia entre Faunia y cualquier otro zoológico es que aquí la interactividad con los animales se hace más notable. Es un lugar de visita obligada para cualquier amante de la naturaleza, pero si váis a estar pocos días en Madrid y solamente podéis escoger un lugar, yo os recomiendo el Zoo de Madrid.
En definitiva, fueron cuatro días muy intensos. Una gran experiencia que os recomiendo y los niños aprenderán un montón.
Escribe una respuesta