
El Puente colgante de Soutomaior se encuentra ubicado en la intersección entre el río Oitavén y el Verdugo, en donde se unen en un solo caudal desembocando en la ría de Vigo.
Desde el puente podrás observar la unión de estos dos ríos y disfrutar, en verano, de la pequeña playa fluvial muy concurrida por los vecinos del lugar. Es muy frecuente entre los jóvenes la actividad de salto desde el puente sobre el río, y a pesar de tener una gran profundidad no deja de ser muy peligroso teniendo en cuenta que en caso de accidente los servicios de emergencia solamente podrían acceder a pie descendiendo un camino de tierra de unos 300 metros.
El puente colgante de Soutomaior tiene una altura de unos seis metros y es mayormente utilizado por pescadores para cruzar ambas orillas. Acceder al puente es bastante sencillo y está señalizado aunque tendréis que caminar un poco desde la zona de «aparcamiento» que hay en lo alto paralelo a la carretera general. Entrarán unos 20 coches como mucho, muchos de ellos a la sombra.
Historia y Características
Construido en la década de 1960, el puente colgante de Soutomaior destaca por su sencillez y funcionalidad. Originalmente, su objetivo era facilitar el paso de los habitantes locales entre las dos orillas del río, ahorrando largos recorridos. Aunque no es de gran tamaño ni monumental, su estructura suspendida con cables de acero y su plataforma de madera le otorgan un encanto rústico que atrae a los visitantes.
Un Paseo Natural
El puente conecta con diversas rutas de senderismo que atraviesan la zona. Entre ellas, destaca el camino hacia el castillo de Soutomaior, una fortaleza medieval que es uno de los principales atractivos turísticos de la región. Además, el río Verdugo, que fluye bajo el puente, es ideal para actividades como la pesca o el piragüismo, lo que convierte a esta área en un punto de interés tanto para amantes de la naturaleza como para excursionistas.
Turismo Rural y Cultural
Este puente colgante, si bien es pequeño en comparación con otras estructuras más imponentes, se ha convertido en un atractivo local por su integración armónica en el paisaje gallego. Los alrededores de Soutomaior ofrecen también una rica oferta de turismo rural, con aldeas tradicionales, bosques autóctonos y una gastronomía basada en productos locales.
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