
La cascada de Covão de Cête, sobre el río Baltar, se encuentra aproximadamente a un kilómetro del Monasterio de Cête. Un lugar paradisíaco, en plena naturaleza, para disfrutar de momentos de tranquilidad y sin duda uno de los lugares que muy pronto se pondrán de moda gracias a su singular banco en forma de corazón.
En este artículo os ayudaré a encontrar este precioso paseo en el que además del corazón de madera, os encontraréis un antiguo columpio restaurado y un pequeño puente para cruzar el río.
Recordad usar calzado cómodo y no dejéis basura en el entorno. Entre todos podremos mantener el spot en perfectas condiciones.
¿Cómo llegar a Covão de Cête?
Rua do Coelho, Cête, Paredes
Para llegar al corazón, tenéis que tener en cuenta que tiene dos entradas. Una desde la parte baja y la otra desde la parte alta. En mi caso decidí probar suerte con la parte alta y se tarda aproximadamente unos 10 minutos en llegar. Tenéis que aparcar el coche debajo del puente por el que pasa la autopista y continuar un sendero de tierra en sentido descendente. Tenéis que tener precaución ya que en algún tramo hay fuerte pendiente y el suelo resbala. Debéis orientaros por el ruido del agua y al llegar a un cruce de caminos, hay un árbol con unas señales que indica que hay que continuar a la izquierda. Unos metros más abajo ya se ve el corazón.
Descubriendo un Monasterio Benedictino: Una Fusión de Estilos Románico y Gótico
En el corazón de la arquitectura religiosa medieval, nos encontramos con un impresionante monasterio benedictino que combina magistralmente los estilos románico y gótico. Este conjunto monástico, compuesto por una iglesia y una zona reglar en su lado izquierdo, se extiende hacia un terreiro donde se ubica la portaria, invitando a los visitantes a adentrarse en un viaje histórico y artístico.
La Iglesia: Un Rectángulo de Historia
La iglesia, de planta rectangular, presenta una nave principal, una capilla mayor con dos tramos y un remate semicircular, y una torre campanario en el lado izquierdo. Las cubiertas interiores son una mezcla de bóveda apuntada en la capilla mayor, sostenida por contrafuertes exteriores, y techos de madera en la nave, iluminados por pequeñas ventanas laterales y rosetones en las fachadas.
La fachada principal, con su portal de arquivoltas apoyadas en columnas y capiteles decorados, es una obra maestra que captura la esencia del arte medieval. En el interior, el coro alto y el baptisterio, ubicado en la base de la torre, añaden capas de profundidad histórica. El arco triunfal apuntado da acceso a la capilla mayor, decorada con arcaturas y nichos, creando un espacio de serena belleza.
El Claustro: Un Jardín de Paz
A la derecha de la iglesia, se encuentra un claustro cuadrado de un solo piso, con arcos de medio punto que rodean un jardín central. Este espacio, que alguna vez albergó las dependencias monásticas, es un remanso de paz y reflexión.
Estilos Arquitectónicos: Románico vs. Gótico
Aunque la fachada principal se considera románica, el historiador Carlos A. F. de Almeida la clasifica como gótica, resultado de una reconstrucción en el siglo XIV. De la iglesia románica original, probablemente del siglo XII, se conservan algunas piedras decoradas, el portal del claustro y parte de los muros de la nave. La cabecera también muestra rasgos románicos, como las arcadas ciegas, que añaden un toque de autenticidad histórica.
La Torre: Un Símbolo de Poder y Fe
Adosada a la fachada principal, la torre cuadrada con merlones recortados y gárgolas zoomórficas es un testimonio de la arquitectura militar y religiosa. En la capilla funeraria bajo la torre, un arcosolio con azulejos de arista y restos de pintura mural en un nicho de la nave, nos recuerdan la rica decoración que alguna vez adornó este espacio sagrado.
Fotografías del monasterio de www.cm-paredes.pt
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