OH! PORTO Apartamentos para disfrutar en familia

oh! porto

Moderno, actual, diferente, minimalista, familiar… OH! PORTO

En pocas palabras, así definiría a OH! PORTO Apartments. Sin duda un lugar idóneo para una corta estancia en familia, debido a la versatilidad de las habitaciones, la comodidad de sentirte como en casa y una perfecta ubicación entre el Río Douro y la parada de metro de Jardins do Morro.

Era nuestro segundo día en Oporto durante estas navidades, y tras la estancia en el Reis de Gaia, nos dirigimos a este espectacular, moderno y pequeño edificio.

Para acceder al OH! PORTO, lo más cómodo es dejar el coche en la última planta del parking que hay pegado al puente Luis I. La tarifa máxima por día es de 6€, así que lo mejor es que lo dejéis allí directamente y os aventuréis a recorrer la ciudad en Metro.

Tras vaciar el maletero (íbamos dos días, pero parece que nos mudabamos de país) nos dirigimos a la recepción a completar el check in. El trato con el personal es muy cordial y cercano, nada que envidiar a cualquier hotel de categoría superior. Nos atendieron dos chicos muy amables y enseguida nos mostraron nuestro apartamento.

 

En nuestro caso, teníamos asignado el apartamento S. Joâo. Hay cuatro apartamentos más, de características similares y uno de categoría superior en el ático, con una pequeña terraza exterior.

El aspecto de los apartamentos es muy minimalista, frío en un primer momento, pero nada más abrir la cortina y ver las espectaculares vistas al Río Douro no querréis salir de allí. Todos los apartamentos disponen de WiFi gratuito y bastante potente.

La cama es muy cómoda y muy calentita. Os encontraréis con un montón de cojines y almohadas para que personalicéis vuestro descanso 🙂

La cocina está oculta tras una puerta corredera. Tiene de todo, para que la estancia sea lo más cómoda posible;frigorífico, microondas, tostadora, máquina de café, vitrocerámica, cacerolas, loza y cubertería completa.

El baño es bastante pequeño, aunque con una ducha bastante espaciosa. Los amenities son de gran calidad y podéis comprar productos similares en la recepción del hotel.

El desayuno, el cual estaba incluido en el precio del hotel lo subieron a la habitación en una cesta de mimbre, estilo picnic. Los que conozcáis un poco Portugal sabréis que la bollería es riquísima y aquí nos pusimos las botas. Traía un montón de cosas ricas; zumos, leche, cereales, galletas, pasteles, croissants, panecillos y un mogollón de mermeladas, mantequilla, nutella, miel, queso… y paro de contar que me está entrando el hambre.

Como nota negativa destacar el ruido del metro, si os gusta iros muy pronto a dormir, o bien os despertará muy temprano. Quizás sea el toque de encanto de esta ubicación y los niños se vuelven locos cada vez que pasa el «tren».

La recepción cierra por las noches, por lo que no tendréis servicio como en un hotel y para acceder al apartamento os facilitarán una clave de acceso.

En definitiva, un alojamiento recomendable al 100%. Con cara de pena, despedimos la noche en Oporto.

Si lo visitáis, espero vuestros comentarios.

Más fotos de los apartamentos. Pincha para ampliar.

 

 

 

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