Aquis Querquennis. El legado de Roma en Galicia

Aquis Querquennis, conocido coloquialmente como A cidá, fue un campamento romano situado en la parroquia de Baños de Bande, más concretamente en el embalse del Quebrado de las Conchas a orillas del río Limia.

Este campamento fue ocupado entre el último cuarto del siglo I y mediados del II. No se sabe a ciencia cierta qué unidad militar ocupó el campamento, aunque se especula que pudo ser la Cohors I Gallaica, unidad mixta de caballería e infantería.

Es probable que se construyera para vigilar la Vía Nova (de la que os hablaba en este artículo), que comunicaba Bracara Augusta y Asturica Augusta. Las primeras excavaciones arqueológicas las realizó el antropólogo y prehistoriador Florentino López Cuevillas en la década de 1920. 27 años más tarde Unión Fenosa adquirió el terreno y autorizó nuevos estudios a partir de 1975, centrados al noroeste del yacimiento.

La sequía de los últimos meses hacen posible pasear por todo el terreno sin ninguna dificultad.

La superficie total del recinto se halla cercana a los 25.000 metros cuadrados, dando cabida a unos 500 legionarios ,además de a una  turma uaxiliar de caballería.

El trazado y alzado de las estructuras, organizadas en cuadrículas en torno a las dos vías fundamentales, perpendiculares entre sí, de cardo(N-S) y decumanus (E-W), se realizó según un esquema ortogonal común, salvo ligeras variantes, con otros campamentos de la época. En todo caso, los conjuntos estructurales hasta la fecha exhumados, total o parcialmente, son los siguientes: principia o cuartel general, dos grandes hórreos para el almacenaje de alimentos no perecederos, Valetudinarium (hospital), cinco barracones de la tropa, vías y canales de drenaje ,además de sistema defensivo (muralla con sus torres, porta pincipalis sinistra, puerta principal izquierda, porta decumana , puerta sur, pequeño sector del foso e intervallum, o vía perimetral, también llamada sagularis.

 

Turísticamente hablando no es un lugar para visitar en exclusiva, pero sí merece la pena un alto en el camino si visitáis la zona y sentir la magia que por aquí se desprende.

Yo reconozco que llevaba un tiempo deseando conocer el lugar y en nuestro viaje a Lobios, la visita era obligatoria.

Si váis con niños, podéis contarle un poquito de historia. Seguro que alucinan cuando le contéis que aquí vivían los romanos y quien sabe si algunos gladiadores (bueno los gladiadores seguro que no, pero con los niños hay que hacer un poquito de realidad aumentada para que la atención sea completa jijiji)

Un poco más al norte se sitúan las termas romanas con el mismo nombre. Yo creo que básicamente era un regalo divino porque no me quiero imaginar el frío que pasaba esta pobre gente en pleno invierno.

Si queréis ampliar la información os recomiendo que visitéis esta web.

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